Esta categoría también permitió la mejora de muchos elementos mecánicos como los embragues electrónicos pero sobre todo se mejoró la electrónica, que ayudaba a dar más caballos de potencia, en gran parte ayudado también con las mejora en los turbocompresores. En la década de los ochenta con la entrada de la normativa de grupo B, se introdujeron materiales ligeros de tipo composite (kevlar, grafito, fibra de carbono) para la fabricación de las carrocerías así como la entrada de los diferenciales centrales tipo Torsen y los diferenciales viscosos.