El derbi por antonomasia del Granada es el celebrado frente al Málaga C.F. A pesar de vencer por 2-1 al Real Zaragoza en la jornada posterior, otra derrota por 3-0 frente al FC Barcelona B palpaba que el Granada atravesaba una pequeña crisis en su juego. El presidente fue José María Romeo Moya y el técnico que comenzó la temporada fue Ramón Miralles, suplido en enero por Manuel Guillén del Castillo, que formó un tándem con Rodri, camiseta real madrid que llevaba al juvenil.